SEPTIEMBRE 2012
Vemos con mucha
preocupación los lamentables hechos suscitados en el país, durante las últimas
semanas y con desenlace fatal en los últimos días. Sin duda el conflicto minero
requiere de un profundo análisis de la historia y de la realidad nacional, y no
será posible su resolución con la simple emisión o derogación de decretos,
aunque estos hayan sido el actual motivo de conflicto, por esto puntualizamos
lo siguiente.
1. El
conflicto pone en evidencia el desastre de la implementación de las políticas
neoliberales en la minería boliviana, pero también la falta de un
contraproyecto Estatal fuerte y menos aún en un horizonte socialista.
2. El
sector cooperativista reconocido incluso en la constitución política, es decir
en el nuevo proyecto de Estado, responde a intereses privados, y si bien
significa una respuesta de organización laboral en la economía de los
trabajadores mineros, el cooperativismo también explota, precariza y denigra el
trabajo minero, se desenvuelve en medio la depredación ambiental, acompañada de
bajísimos niveles de productividad y eficiencia, a un costo muy alto para el
pueblo Boliviano, y por principio creemos no puede suponerse por encima de los
intereses de todo el país.
3. En
cambio el sector asalariado, esta sustentando la posibilidad de restituir la
mayor estructura laboral y económica de la historia de nuestro país, la COMIBOL.
4. Los
mineros asalariados y cooperativistas están íntimamente vinculados, pues
conviven, comparten y se encuentran en las familias mineras, así como el último
compañero caído, Hector Choque, antes minero cooperativista y después
asalariado, en muchas otras familias hermanos, padres e hijos se encuentran y
trabajan en distintos sectores.
5. Debemos
ser enfáticos en esto, los mineros cooperativistas tienen derecho a trabajar
como cualquier otro ciudadano y el Estado debe garantizar el derecho al trabajo
digno, pero no por esto se pueden superponer intereses económicos y gremiales a
los intereses de todo el pueblo Boliviano.
Lo fundamental es entonces
resolver que proyecto económico es el que conviene a nuestro país,
cooperativismo o nacionalización, y quienes son los verdaderos dueños de la
riqueza del suelo y el subsuelo nacional. Por estos motivos la Juventud
Socialista Rebeldía y Dignidad, se pronuncia a favor de un proyecto de
nacionalización pleno e inmediato de este centro minero, como primer paso, para
la nacionalización de toda la actividad minera en el país.
Llamamos al gobierno
Boliviano y al compañero presidente Evo Morales, a tomar una acción contundente
sobre este tema y profundizar el proceso de transformación social,
nacionalizando la riqueza del subsuelo, propiedad de todos los bolivianos.
Creemos que los mineros cooperativistas pueden ser integrados en una estructura
estatal, al igual que hoy en día se halla el sector asalariado.
Llamamos también a
recuperar la condición de clase de este proceso de cambio, una tarea
fundamental, que debe ser asumida por todos los que entendemos que esto solo
puede avanzar hacia adelante, hacia el SOCIALISMO.
El camino de la
revolución es largo y lleno de dificultades, pero es nuestro deber transitarlo
hermanando a todos los explotados y convocándonos a construir activamente el
proyecto socialista. No olvidemos que el verdadero enemigo está ahí afuera al
acecho, el imperialismo y sus lacayos locales, esperando una oportunidad para
fracturar el bloque popular y arrastrarnos una vez más al abismo de la guerra y
la pobreza.
¡¡¡Inti Peredo vive la lucha sigue!!!
¡¡¡Victoria o Muerte!!!
¡¡¡Venceremos!!!